La vida de nuestra tripulación... Se trata de amor, disciplina y dedicación.

Estamos entre los 'únicos' que sabemos lo que se siente despertarse a las 3 am cuando todos todavía están dormidos. Volamos en Nochebuena, Nochevieja e incluso en nuestros propios cumpleaños.

El café es nuestro mejor compañero, siempre está ahí para animarnos, dándonos el impulso que necesitamos para iniciar un largo viaje. O entre sectores, reparto de tareas, escalas, turbulencias, aterrizajes positivos y besos.

Volarlo es nuestra religión, nuestra oficina es el cielo. Su seguridad y satisfacción es nuestro deber y adicción. Quienes hayan probado lo que es ser miembro de una tripulación saben de lo que hablo.

– Yannick Silva –